Agilera intentó nuevamente posponer el juicio alegando, por segunda vez, que había renunciado a su abogado defensor. El presidente del Tribunal que le juzga estimó que la alegación de Aguilera no era más que una artimaña para dilatar el proceso.

Ante ello, el 'ertzaina' se negó a contestar a la mayor parte de las preguntas del ministerio fiscal y la acusación. El ex agente negó los hechos que se le imputan y manifestó que, ante la opinión pública, se le ha comparado con violadores y asesinos. Asimismo, cusó a la asociación Clara Campoamor de manipular a los menores.

Durante la vista de hoy declaró el jefe del Grupo de Menores de la Policía que llevó a cabo esta investigación, quien señaló que Aguilera contactaba con los menores en una sala de juego del Casco Viejo de Bilbao, invitándoles posteriormente a su domicilio, donde veían películas pornográficas y fotografías de otros jóvenes. Si accedían a posar desnudos recibían entre 3.000 y 5.000 pesetas.

Según la misma versión, el 'ertzaina' convenió a algunos de los jóvenes para mantener relaciones sexuales entre ellos, así como con él mismo.

Antes del comienzo del interrogatorio, el abogado defensor propuso al tribunal, que posteriormente aceptó, la retirada de la acusación de los hechos ocurridos antes de 1989, ya que Fernando Aguilera ya fue juzgado y absuelto por una prueba nula, lo que hace que, en este momento, sea juzgado únicamente por 15 delitos, en vez de los 20 de los que se la acusaba en un primer momento.

La fiscalía solicita4 años de prisión menor por cada delito de corrupción, así como 500.000 pesetas de indemnización a cada uno de los menores. Por su parte, la acusación particular pide cerca de 100 años de cárcel por considerar que, además de los delitos de corrupción, ha incurrido en un delito de agresión sexual a menores.

En el juicio estuvieron presentes familiares de varias niñas violadas y asesinadas, entre ellos Fernando García, padre de una de las niñas asesinadas en Alcasser; Pablo Lebrato, padre de Leticia Lebato, y el hermano de la niña bilbaína Enar Escudero. Todos ellos protestaron por la decisión del Tribunal Supremo de impedir que un violador cumpla su pena íntegramente.