El menor, de 14 años, natural de Soraluce e ijo de un preso de ETA, compareció hoy ante el juzgado guipuzcoano tras ser arrestado el pasado 25 de agosto por lanzar una botella de vidrio a un agente de la Ertzaintza en Elgoibar.

En las calificaciones defenitivas, la acusación pública mantiene la pena solicitada de seis meses de internamiento en un centro cerrado o bien la prestación de 36 horas de servicios a la comunidad. El fiscal entiende que, si hubiera sido mayor de edad, habría incurrido en un delito de atentado junto a otro de desórdenes úblicos, en cuyo caso se le podría haber pedido una pena de entre seis meses y tres años de prisión.

El abogado defensor del menor, Alvaro Reizábal, declaró a la salida de la Audiencia que se opuso a las medidas propuestas por ministerio público al entender que, según el informe técnico elaborado por un equipo de psicólogos del juzgado "es un muchacho absolutamente integrado social y personalmente y que el entorno familiar en el que vive es completamente adecuado para su educación".