Según el abogado del Estado, los policías estaban sancionados y fuera de servicio en el día de autos, por lo que rechaza la responsabilidad subsidiaria de la Administración en el pago de los 2.000 millones de indmnización pedidos por la acusación particular de los dos hijos del matrimonio que sobrevivieron a la matanza, que fueron rebajados a 200 millones en el informe fiscal.

El "crimen de Nigrán" ocurrió el 31 de enero de 1994 cuando los acusados, Manuel Lorenzo y Jesús Bela, tras llamar a la puerta, accedieron al domicilio del empresario David Fernandez Grande, mostrando a la esposa de éste, Pilar Sanromán, una placa de policía.

Una vez dentro de la vivienda, ataron y amordazaron a Pilar y sus dos hijs y esperaron la llegada del cabeza de familia y de su hija Marta, a los que también inmovilizaron. Los encausados solicitaron al empresario 200 millones de pesetas, que tras una larga noche de secuestro, rebajaron a veinte.

A la mañana siguiente, cuando llegó al domicilio la empleada de hogar, Ana Isabel Costas, la encerraron junto a la hija del matrimonio en el dormitorio de ésta, mientras en otra estancia de la vivienda, hacían lo propio con sus dos hermanos, David y Pedro. A media mañana se presenó en domicilio el asesor finaciero del empresario con veinte millones de pesetas en metálico.

Tras recoger el dinero, los secuestradores asesinaron al matrimonio, su hija y la empleada de hogar. Los hermanos lograron quitarse las ataduras y, tras tapiar el acceso a la habitación, pidieron auxilio desde la ventana y lograron eludir a los secuestradores, que fueron detenidos en Vigo a las once de la noche del ese mismo día.

Uno de los encausados, Manuel Lorenzo, declaró que el autor material de loshechos fue una tercera persona, de la que no facilitó identidad, quién le habría informado sobre el dinero negro que el empresario tenía en su casa, fruto, según aseguró, de su dedicación al tráfico de armas. El otro encausado, Jesús Bela, declaró que él no tocó a las víctimas.