Según el escrito de acusación, la Fiscalía de la Audiencia Nacional considera probado que as amenazas se produjeron después de que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Guillermo Ruiz Polanco, le comunicase su procesamiento por su supuesta implicación en el atentado que costó la vida de José María Martín Carpena, concejal del PP en Málaga, el pasado 15 de julio.

El episodio se produjo horas después del funeral celebrado a pocos metros de la Audiencia Nacional, en el Tribunal Supremo, por el magistrado de la Sala de lo Militar del Alto Tribunal y s chófer, asesinados un día antes en un atentado, en el que también murió el escolta del juez.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional considera probado que Iragi amenazó al juez y que no tuvo reparos en repetírselo cuando el Ruiz Polanco le preguntó si era cierto que había dicho que él iba a ser la próxima víctima de ETA.

Asimismo, el Ministerio Público sostiene que Iragi hizo extensivas sus amenazas al fiscal presente en el momento de los hechos, Jesús Santos, y a la secretaria juicial de Ruiz Polaco.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional considera que los hechos descritos son constitutivos de tres delitos de amenazas terroristas y pide para Iragi un total de 4 años de prisión, es decir, 16 meses cárcel por cada uno de ellos.

Tanto Guillermo Ruiz Polanco, como el fiscal Jesús Santos como la secretaria judicial han renunciado a las indemnizaciones que pudieran corresponderles como víctimas de los hechos narrados.

Iragi se encuentra en prisión desde el pasado 20 de octubre, por los presutos delitos de pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos, robo de vehículo y falsificación.

Este presunto miembro de ETA fue detenido en Sevilla tras una persecución policial en la que resultó herido de un balazo en el brazo, después de que el "comando Andalucía" asesinara al médico militar Antonio Muñoz Cariñanos.