Los hechos ocurrieron cuando Antonio Francisco Abellán Sala convivía con María Rosa Munuera, ambos de 40 años. Junto con ellos, en la misma vivienda de Valencia, vivía la hija menor de la muje, que contaba entonces trece años.

El ex-policía local y su compañera obligaron en más de una ocasión a la joven a que presenciara cómo hacían el amor y también a que se tumbara en la cama con ellos. El hombre, con el consentimiento de la madre, realizó entonces tocamientos en los pechos y genitales de la niña.

Tras estos hechos, Antonio Francisco Abellán llegó a violar en dos ocasiones a la menor amenazándola con ingresarla en un reformatorio si no se prestaba a sus deseos sexuales. Este hombre tilizaba su condición de policía para ejercer su poder sobre la joven.

La menor llegó a encerrarse bajo llave en su habitación por temor a su agresor y solamente salía para comer. En una de las ocasiones en que la joven creía estar sola en la casa dejó la habitación abierta y el ex-policía se introdujo en ella completamente desnudo y forzó de nuevo a la joven sexualmente.

El fiscal pide para este hombre 32 años de prisión por violación, agresión sexual y corrupción de menores. Para su compañera pde 17 años. Y para ambos doce de inhabilitación.

Esta mañana en la Audiencia de Valencia han declarado todos los implicados en los hechos, además de familiares de la joven. Su hermana mayor no ha querido hacer declaraciones "porque detrás de este caso hay muchas otras cosas que no voy a contar. Esto levanta mucho morbo y yo tengo dos niños pequeños que no quiero que se vean afectados". Esta mujer se ha puesto a llorar, al igual que su hermana cuando el acusado ha entrado esposado en la sala.

El jicio, al parecer, ha sido suspendido ya en una ocasión porque la madre de la joven agredida niega que ésta sea su hija.