Ortiz fue juzgado hoy en la Audiencia Provincial de Sevilla y en la vista oral la acusación particular también pidió 30 años de prisión para el acusado.

El joven declaró ante el juez que mató al propietario de la finca, a quien le disparó seis tiros con una escopeta que tenía escondida para asaltar una gasolinera y conseguir dinero para comprar heroína. Afirmó que "no tenía la intención de matare y sólo quería darle un susto y amedrentarle después de una discusión en la que me insultó".

Según su testimonio, "no era consciente de lo que estaba haciendo porque acaba de inyectarme una dosis de heroina, había tomado transilium y varias cervezas". Por contra, los miembros de la Guardia Civil que le detuvieron horas más tarde aseguraron que "no parecía que estuviese drogado".

El joven había tenido antes del asesinato varios enfrentamientos y discusiones con el fallecido, Manuel Bernal, de 55 ños, en cuya finca había robado naranjas.