Los hechos ocurrieron en la localidad pacense de Olivenza en 1992, cuando el acusado comenzó a violar a su hija, que entonces tenía 11 años, durante el trayecto que mbos hacían en coche desde esa población hasta una finca cercana.

Estos abusos se repitieron durante dos años hasta que la menor quedó embarazada. La esposa del acusado informó entonces de este hecho a una vecina, la cual le recomendó a una persona domiciliada en Portugal que podría provocarle un aborto a la niña, lo que sucedió posteriormente.

El fiscal pide para el autor de las violaciones una condena de 23 años de cárcel, mientras que para su esposa y la vecina de ambos solicita otros 7, por cnsiderarlas culpables de un delito de aborto.