En la vista oral del juicio, que se celebró en la Audiencia Provincial de Gerona, el procesado reconoció los hechos, aunque explicó que abandonó al hombre al que cuidaba, Miquel Mas, para robarle el dinero que llevaba a causa desu situación económica familiar. Según dijo el acusado, con ese dinero tenía intención de pagar la asistencia sanitaria que necesitaba su hijo.

Rafael Villón aseguró en su declaración que en ningún momento había pensado hacer daño a Miquel Mas, a pesar de que este pasó 36 horas a la intemperie y no fue localizado hasta que la policía detuvo al procesado en Badajoz, cuando intentaba entrar en Portugal para, desde allí, irse a Perú.

El fiscal acusa, en sus calificaciones definitivas, a Rafael Villó de un delito de robo con homicidio frustrado, con los agravantes de abuso de confianza, premeditación y de haberlo abandonado en una zona despoblada, y le pide además una indemnización de un millón de pesetas.

La defensa, por su parte, solicita un mes de arresto por un delito de apropiación indebida, mientras que la víctima ha decidido no ejercer la acusación particular. Miquel Mas comentó que la culpabilidad de Villón estaba "totalmente demostrada" y que le parecía correcta la solicitud de pena del iscal.

Los hechos ocurrieron el 19 de julio del año pasado, después de que el ciudadano peruano acompañara al tetrapléjico a retirar unos 3.300.000 pesetas de un banco de Barcelona y de otro de Terrassa (Barcelona), con los que tenía que pagar una factura en Santa Cristina d'Aro (Gerona).

Cuando se dirigían en automóvil a esta ciudad, Villón se desvió hacia el bosque, en Vidreres, donde dejó también a la víctima amordazada. Según el fiscal, le quitó la documentación, las tarjetas de crédito y otrs 700.000 pesetas que también había retirado Miquel Mas del banco unos días antes.