El suceso que motivó el juicio se produjo en mayo de 1992, en una finca propiedad del torero, en la barriada de Los Olivos Borrachos, donde seencontraba con unos amigos con quienes compartía comida y bebida.

El Cordobés reconoció que estaba "caliente" por el trato que había recibido por parte de la Policía Local de Córdoba, que se personó en la finca ante las protestas de los vecinos, pero negó que protagonizara ninguna agresión.

La acusación particular, que ejerce el ayuntamiento de Córdoba, pide para el diestro seis meses de cárcel y un millón de pesetas de multa, mientras que el fiscal solicita dos meses de arresto y 15.000 pesetas e multa.

En su declaración ante el juez, el diestro respondió con un "mentira, mentira" a todas las acusaciones, pese a que varios testigos aseguraron que sí fueron agredidos por el torero. El diestro manifestó a los periodistas que confía en la justicia.