El fiscal ha pedido 18 años de cárcel para el acusado, que se autoinculpó de la muerte de su compañero,aunque matizó que por su estado mental debería cumplirlos en un centro psiquiátrico.

Los hechos ocurrieron en 8 de noviembre de 1992 cuando la víctima se encontraba solo vigilando la sala de gases del hospital, situada en el pabellón central de La Fe. El acusado, que padece una psicosis esquizofrénica, estaba también empleado en el centro hospitalario e hizo saltar la alarma para que el mecánico acudiera a la sala de gases y allí le mató a puñaladas.

El fiscal, en sus conclusiones provisionales, segura que el asesino cometió el crimen porque su víctima "cuestionaba su virilidad".