Según el escrito de la fiscalía, previo al juicio que tendrá lugar esta semana, Latasa Guetaria estaba en contacto con otro etarra, denominado "Kurika", que en esa época tenía acceso a las instalaciones del Ejército.

El cómplice introdujo en la zona militar un coche con matrícula falsa cargado de explosivos y luego amordazó al soldad Cuartero, con quien en ese momento compartía las labores de turno de guardia. Luego, junto con Latasa Guetaria, a quien facilitó ropa de soldado, procedieron a colocar los explosivos en el edificio principal del complejo militar, que situaron en la zona de cocinas y en la zona denominada hogar del soldado.

La explosión de los entre 10 y 15 kilos de goma-2 produjo heridas graves a cuatro miembros del ejército y causó destrozos por importe de más de 45 millones de pesetas.

Además, durante los 30 mnutos que los etarras tardaron en detonar la carga explosiva, el soldado Cuartero logró escapar y avisar del riesgo de atentado, por lo que pudo desalojarse una parte de la zona afectada por la explosión.

Por todo ello, el fiscal acusa a Latasa Guetaria de un delito de terrorismo, otro de detención ilegal y cuatro delitos de lesiones, en la persona de los miembros del ejército heridos, por lo que pide algo más de 15 años de prisión.