Según el informe fiscal, el móvil de los crímenes fue la disputa por el piso en el que vivía el acusado, que era propiedad de su suegro.

Durante el juicio, que comenzó hoy en la Audiencia de Barcelona, Aresté negó todos los hechos y alegó que en el momento de producirse las muertes se encontraba durmiendo en su casa de campo de Castellolit (Barcelona).

A pesar de que rconoció que en los últimos meses se habían intensificado las disputas familiares, porque su suegro quería vender el piso en el que vivían él y su mujer en Igualada, afirmó que habría sido incapaz de matarlos.

Sin embargo, el testimonio de su sobrino, Joan Giralt, de 20 años, que pudo escapar de su casa tras el tiroteo, en el que murieron sus padres, Jaume Giralt y Aurora Esbert; su hermana Emma, de 16 años, y su abuelo, contradijo la versión del inculpado.

El joven declaró en la vista oral que Arsté mató a toda su familia con una escopeta de caza, disparando primero contra la puerta de la vivienda y posteriormente contra su padre y su madre. Joan Giralt afirmó que mientras huía de la casa oyó cómo el procesado disparaba contra su hermana y su abuelo.

Los psiquiatras indicaron durante la vista que Geroni Aresté es una persona psíquicamente normal, pero que pudo haber actuado impulsado por una situación límite de angustia. La defensa pidió la libre absolución.