El representante del Ministerio Público le acusa de un delito de desórdenes públicos, dos delitos de atentado terrorista contra miembros de la Policía autonómica y otro de tenencia y empleo de aparatos incendiarios con finalidad terrorista, todos ellos con la agravante de disfraz.

Según la Fiscalía, el acusado participó junto con un grupo de personas sin identificar en varias acciones de "kale borroka" o violencia callejera perpetradas en Pamplona en la madrugada del 9 de marzo del año pasado, víspera de las elecciones generales, y en respuesta al llamamiento público realizado por ETA para boicotear la jornada electoral.

Sobre las 1.15 horas de la madrugada, agentes de la Brigada Central de Intervención de la Policía Foral de Navarra que patrullaban por el casco viejo de Pamplona observaron a un grupo de 20 personas encapuchadas portando bolsas de plástico en las que transportaban botellas.

Cuando el vehículo trato de cortarles el paso, los encapuchados comenzaron a la lanzarles las botellas, que en realidad eran cócteles molotov. Ninguno de ellos llegó a alcanzar el coche patrulla.

RESISTENCIA VIOLENTA

Según el fiscal, Ijurco llegó a lanzar dos artefactos explosivos que no hicieron blanco. El acusado fue finalmente interceptado por los agentes, que le redujeron mientras ofrecía una resistencia muy violenta, lanzando patadas y puñetazos contra los policías e hiriendo a dos ellos.

En el registro de su domicilio, además de encontrar pegatinas y carteles de Segi, Gestoras, Askatasuna y Batasuna, así como manuscritos para la preparación de acciones violentas, los agentes se incautaron de un ordenador en el que el acusado almacenaba fotografías de personas como el director de Libertad Digital, Alberto Recarte, o del fiscal de Sala del Tribunal Supremo Luis Navajas.

Además de la pena de cárcel, el fiscal Barroso pide que el acusado indemnice a los agentes heridos con 3.700 euros para uno y 8.800 euros para otro.