Según informaron a Servimedia fuentes judiciales, el fiscal se opuso a dicha rebaja, solicitada por la defensa de Alfaro, durante la vista del recurso de queja interpuesto por la representación del empresario, celebrada hoy por la sección segunda de la Sala de lo Penal de a Audiencia Nacional.

Indicaron que el representante del ministerio público argumentó su oposición en que la cuantía de la fianza es proporcionada, ya que Alfaro está acusado de haberse apropiado indebidamente de unos 2.000 millones de pesetas de los clientes de Asesores Agrupados S.A.

Asímismo, durante la vista, la defensa del empresario también pidió a la sala que decretase la nulidad de la declaración prestada en noviembre de 1993 por una ex empleada de Egea, María Jesús Chicharro, cuyo testimnio motivó que el juez Moreiras decretase el ingreso en prisión de Alfaro el 12 de noviembre de 1993.

Según Chicharro, Alfaro y su hija Mari Carmen salían frecuentemente de las oficinas de Asesores Agrupados con bolsas llenas de dinero que, presumiblemente, correspondían a los prestamos facilitados por Egea al empresario y que éste, de acuerdo con las actuaciones, no devolvió.

Para la defensa de Alfaro, esas declaraciones carecen de validez, ya que fueron prestadas sin la presencia de las partes,por lo que pidió la nulidad de las actuaciones.

Sin embargo, el fiscal consideró que ese testimonio es válido, dado que no se trató de una declaración sino de una comparecencia voluntaria de la ex empleada de Egea ante el juez, quien se ratificó posteriormente en presencia de las partes.

Alfaro fue detenido el 12 de noviembre de 1993 por orden del juez Moreiras durante la celebración de la boda de su hijo acusado de apropiarse indebidamente de unos 2.000 millones de pesetas entregados por los clintes de Asesores Agrupados S.A. al broker Egea para que los colocase en el mercado financiero.

Según el magistrado, Alfaro recibió de Egea una cantidad próxima a los 2.000 millones de pesetas en préstamos, a cambio de letras que el empresario entregó al broker.

Sin embargo, Alfaro declaró al juez que había recibido como máximo 420 millones de pesetas y aseguró que las firmas de las letras que supuestamente él y su hija Mari Carmen suscribieron a cambio de los préstamos estaban falsificadas.

l empresario fue puesto en libertad por el juez 3 días después de su detención bajo fianza de 10 millones de pesetas, tras considerar que no había indicios de que pretendiera eludir la acción de la justicia.

Egea, quien se suicidió en mayo de ese año tras matar a su mujer e hijo, remitió varias cartas al magistrado en las que acusaba directamente a Alfaro y a otros financieros de su "pésima situación económica".