ETA

EL FISCAL CALIFICA DE "TERRORISTA PELIGROSO" A UN JOVEN ACUSADO DE LANZAR UN "CÓCTEL MOLOTOV" A UNA COMISARIA

MADRID
SERVIMEDIA

El fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Rubira calificó hoy de "terrorista peligroso" a Alberto Gómez González, acusado de haber lanzado un "cóctel molotov" contra la sede de la Policía Local de Baracaldo (Vizcaya) en enero de 2004.

E n el juicio celebrado esta mañana por la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional, el representante del Ministerio Público acusó a Gómez González de un delito de daños terroristas, con el agravante de disfraz, por el que pide cinco años de prisión y solicita, además, que el acusado indemnice a la Policía Local de Baracaldo con 4.138 euros.

El fiscal Rubira llegó a decir en sus conclusiones que el acusado es "un terrorista muy peligroso". "Hablamos de los cachorros de ETA", dijo, "pues bien, aquí tenemos a uno de ellos".

Por su parte, el abogado de Gómez negó que su defendido sea un terrorista y contestó al fiscal que ese tipo de afirmaciones "quedan muy bien en la calle" pero no "en los tribunales de justicia".

Según el fiscal, el 5 de enero de 2005, sobre las 19.50 horas, el joven se coordinó con un grupo de personas -que no han podido ser identificadas- para atacar a la Policía Local de Baracaldo, "siguiendo las directrices de las organizaciones terroristas Jarrai, Haika y Segi" dentro de la estrategia del terrorismo callejero o "kale borroka".

Portando una capucha para cubrirse el rostro, Gómez lanzó contra la sede de la Policía Local un artilugio compuesto por un bote aerosol y un cohete pirotécnico que hacía las veces de iniciador, artefacto que fue calificado por los peritos como "explosivo e incendiario" y que causó importantes daños en las dependencias policiales.

GUANTES DE LÁTEX

Tras el ataque, el acusado se dio a la fuga y tiró los guantes de látex que portaba debajo de un coche, lo que a la postre sirvió para inculparle en el ataque a la comisaría, ya que al analizarlos la policía encontró en ellos su perfil genético.

Cuando fue preguntado por el fiscal sobre esta circunstancia, Gómez dijo no poder explicarlo, pero aseguró que los únicos guantes de latex que ha visto en su vida han sido en las consultas de los médicos.

Asimismo, negó haber tenido ningún tipo de relación con las organizaciones ilegalizadas Jarrai, Haika o Segi -que agrupaban a los jóvenes proetarras- y, en concreto, aseguró que nunca ha participado en ninguna acción de terrorismo callejero.

Como única explicación, el acusado señaló que la casa en la que residía en la fecha de los hechos estaba muy próxima a la comisaría de la policía local.

Fue en esa vivienda en la que policía encontró, en el ordenador personal de Gómez, logos de Jarrai y Segi, así como una fotografía en la que aperecía el acusado y un amigo portando una bandera con el anagrama de ETA.

Sobre los logos de las organizaciones de apoyo a ETA, el acusado dijo que lo más probable es que se descargasen en su ordenador al consultar a través de Internet "algún artículo de prensa" en el que aparecieran los citados anagramas.

Los agentes de la Ertzaintza que declararon hoy como testigos explicaron que el ADN del acusado, no sólo se correponde con el encontrado en los guantes de látex, sino que, además, concuerda con el material genético encontrado en los escenarios de otros dos ataques de "kale borroka".

La Policía Autónoma vasca, según explicaron los agentes, obtuvo la muestra génetica del acusado al recogerla de un cigarrillo que Gómez se fumó en dependencias policiales poco después de ser arrestado.

En su última intervención, el letrado de Gómez también defendió que el delito de estragos terroristas del que está acusado su cliente ha prescrito y aseguró que los agentes rompieron la custodia policial de los guantes de látex.

(SERVIMEDIA)
22 Mayo 2008
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