El enfermo, Miguel Angel Sánchez Asta, fue detenido junto con tres personas más en abril de 1990, en una redada de un bar del zaragozano barrio de Torrero. En la redada se intervinieron 90 gramos de heroína, pequeñas cantidades de hachís y una pistola de la marca Luger, fabricada en 1910. Los detenidos, además de Miguel Angel, fueron Prudencio Martínez Altimasveres, María Angeles López Comendador y José Migul Sanz Berges.

La droga y el arma las portaban dos de los detenidos junto con Miguel Angel, Prudencio y María Angeles, que declararon que éste les había vendido la pistola y José Miguel el hachís. No obstante, María Angeles se contradijo en sus declaraciones al afirmar que no recordaba quién les había vendido el arma y la droga.

La defensa de Prudencio y María Angeles pidió la absolución por tráfico de drogas, por no haber estado presente en el registro del bar el secretario judicial. El fiscal pde para ambos tres años de cárcel por tráfico de drogas y dos meses de receptación, y para Miguel Angel Sanz cinco meses por venta de hachís.