Sólo así, será posible reclamar, en el caso de que el apartamento no coincida con lo estipulado en el contrato.

Según Asgeco Confederación, las quejas y reclamaciones más frecuentes de los consumidores que alquilan un apartamento se refieren a la "falta de condiciones adecuadas" (electrodomésticos en mal estado, inadecuada higiene, ubicación alejada de la playa, etcétera) y a la "defectuosa prestación de servicios prometidos (como piscina o instalaciones deportivas).

En el caso de residencias que se alquilan directamente al propietario, la organización recomendó visitar el apartamento "antes de hacer pago alguno, ya sea como anticipo o señal". Si no es posible, es conveniente "solicitar fotografías, documentos o cualquier dato que acredite la veracidad de la oferta".

Cuando se alquile a través de una agencia inmobiliaria, "a la hora de reclamar, conviene presentar la queja ante la agencia inmobiliaria que, aunque actúa como simple mediador, debería asumir la obligación de poner en el mercado apartamentos que cumplan unas mínimas condiciones de habitabilidad".

En el caso de alquiler de apartamentos turísticos, las reclamaciones se pueden presentar, bien ante la agencia de viajes, o bien ante la empresa propietaria de los establecimientos que son responsables de la correcta prestación de los servicios contratados.

Además, al hacer una reserva, debe prestarse atención a la categoría del apartamento, su precio y los servicios que se incluyen.

Una vez en el apartamento, si su estado no se corresponde con lo estipulado, es aconsejable reunir todas las pruebas que podrán sustentar una queja (fotos, facturas, testigos, etcétera) y pedir asesoramiento a una asociación de consumidores.