Tras una larga reunión, no eenta de ciertas tensiones, el Comité Nacional del PAR aprobaba a últimas horas de la noche de ayer el documento por el que los nacionalistas ofrecían su respaldo al PP con la participación en el Ejecutivo autónomo.

Según establece el protocolo de coalición suscrito hoy, el PAR estará al frente de dos consejerías de la Diputación General de Aragón: la de Agricultura y Medio Ambiente y la de Sanidad, Bienestar Social, Consumo y Trabajo, que en la anterior legislatura conformaban cuatro departamentos.

Asimismo, los nacionalistas obtienen la presidencia de las Cortes de Aragón, que recaerá en Emilio Eiroa, las vicepresidencias de las tres diputaciones provinciales de Zaragoza, Huesca y Teruel, así como las competencias en el Instituto Aragonés de la Mujer y en el Consejo Económico y Social.

Por su parte, el PP, que obtuvo en las pasadas elecciones autonómicas 27 de los 61 escaños del Parlamento autónomo, frente a los 14 del PAR, ostentará la Presidencia de la Diputación General de Aragón, en la pesona de Santiago Lanzuela, y dirigirá las consejerías de Presidencia y Relaciones Institucionales, Economía e Industria, Ordenación Territorial y Educación y Cultura.

El pacto, por el que el PAR facilita al PP un gobierno con una mayoría nunca alcanzada por ninguna otra formación política, de 41 de los 67 escaños, contempla la revisión de su cumplimiento, por medio de una comisión paritaria que velará por la consecución de objetivos fundamentales para el PAR, como el Pacto del Agua, la creación de empeo o la ejecución de obras de infraestructura de especial importancia.

El primer pacto de coalición establecido entre populares y nacionalistas tuvo lugar en 1989 y, por medio del mismo, el PP obtuvo dos consejerías en el Gobierno autónomo del PAR, presidido en aquel entonces por Hipólito Gómez de las Roces.

Sólo dos años después, y como resultado de las elecciones autonómicas, un segundo gobierno PAR-PP se situó al frente del Ejecutivo, bajo la presidencia del también aragonesista Emilio Eiroa. sta segunda oportunidad tuvo su final anticipado tras la moción de censura presentada en septiembre de 1993 por el PSOE, que obtuvo la presidencia de la DGA, al frente de la cual se situó José Marco Berges, condenado ayer por el 'caso del sillón'.