En una reunión con periodistas en Madrid, el titular de Exteriores, señaló que sí no se retrasaba la fecha de convergencia económica habría muchos países de la Unión Europea como Italia, Reino Unido o España que no podrían alcanza los criterios previstos para 1997.

El sustituto de Solana al frente del Palacio de Santa Cruz manifestó que no sería bueno para la Unión Monetaria que "sólo Francia y Alemania lograsen llegar a los criterios de convergencia económica". Sin embargo, Westendorp aseguró que "España puede y debe estar en el primer grupo de convergencia europea", a finales del 97.

Por su parte, el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, quien había asegurado que "el Gobierno español estaba en disposición de paticipar en los criterios de convergencia europea ratificados en la conferencia de Madrid", respondió a las palabras de su compañero de gabinete con la siguiente frase: "en ningún caso representa el punto de vista del Gobierno".