En el caso de que Sala acceda al tercer grado penitenciario, únicamente tendría que acudir a la cárcel de lunes a vieres, a la hora de dormir. También disfrutaría de un permiso los fines de semana y de 4 días libres al mes, de acuerdo con lo establecido en la normativa.

Las mismas fuentes explicaron que para beneficiarse del tercer grado es necesario que las condiciones del preso sean absolutamente favorables: tener un puesto de trabajo que le obligue a abandonar diariamente la prisión (hecho que parece muy posible en el caso de Sala) y cumplir las normas de buena conducta y favorable adaptación a la prisión exigidas

No obstante, en contra de esta posibilidad puede informar el juez de vigilancia penitenciaria, si aplica uno de los impedimentos para el acceso al tercer grado, que hace referencia al "daño social del delito cometido y la trascendencia del mismo", hechos que pueden concurrir en el caso de Sala.

INSUMISOS

Un ejemplo de reducción de la pena y rápido acceso al tercer grado penitenciario concurre en los insumisos. Estos ingresan habitualmente en prisión con una condena de dos años, cuatro meses y n día, y aproximadamente a los dos meses, e incluso antes, se les concede el tercer grado penitenciario.

También acceden a esta condición en poco tiempo quienes han sido condenados por accidentes de tráfico como conducir sin carné y otros casos similares, siempre que no haya habido ningún fallecido en el percance.

En la misma situación que Josep María Sala están la ex responsable de Finanzas del PSOE, Aida Alvarez, condenada a 2 años, 4 meses y 1 día de prisión, y su marido, Miguel Molledo, condeado a la misma pena.

Ambos podrían obtener el tercer grado incluso antes que Josep María Sala, ya que, además, en ellos concurre la circunstancia de tener hijos menores (de 4 y 8 años), de cuya educación y cuidados se tienen que ocupar.