"Como juez instructor acato el auto de la Sala Segunda del Supremo; como magistrado de esta Sala me abstengo de emitir cualquier opinión y como catedrático de Derecho Penal desde hace más de treinta años me parece absolutamente impresentable y sin fundamento, con todos los respetos a mis compañeros", dijo Barbero. "Me alegro de verdad de no haber tenido que firmar ese auto".

El juez no quiso valorar si la decisión de la Sala podría conllevar problemasde constitucionalidad. "Tras tres años y medio de silencio, esto es lo único que considero debo decir", concluyó.