Fidel Castro llegó poco después de las once de la mañana al aeropuerto de Lavacolla (Santiago de Colmpostela) y fue recibido por el presidente de la Xunta, el delegado del Goberno en Galicia y el embajador de Cuba en España.

"Estoy a sus órdenes" dijo Fidel Castro a Manuel Fraga y éste le respondió "ahora es mi responsabilidad".

Castro, que en todo momento estuvo acompañado por Fraga, estrenó el programa de actos con una visita a la catedral de Santiago que coincidió con el momento de la consagración de la eucaristía de una misa.

Las fuerzas de seguridad cerraron las puertas de la catedral tras el acceso de Castro y acordonaron la zona del Pórtico de la Gloria. Las personas que asistían al oficio religioso mostraron actitudes dispares. Unos estaban enojados "porque nadie debería dejar entrar en la 'Casa de Todos' a un asesino" y otros opinaban que "todo había estado correcto".

Acto seguido y en quince minutos recorrieron el centro de Santiago. Alrededor de un centenar de partidarios de Castro pertenecientes a la asociación de Amistad con Cuba y fuerzas de la izquierda gallega se concentraron, en la plaza del Obradoiro, para dar la bienvenida al comandantey corear consignas contra el bloqueo económico a Cuba.

Durante la jornada sólo hubo pequeños incidentes entre los geos encargados de la seguridad del líder caribeño y grupos de turistas que querían ver de cerca a Castro o acercarse al séquito para fotografiarlo.

Fidel Castro acudió al panteón de gallegos ilustres donde depositó una corona de flores ante la tumba de Rosalía de Castro y solicitó una biografía en castellano de la poetisa.

Castro visitó también esta mañana diversas empresas de ls inmediaciones de Santiago, y almorzó en las instalaciones de la conservera Jealsa de la localidad coruñesa de Boiro.