"Decimos hoy a Gobierno y a empresarios", recalcó, "que, o se acometen las reformas legales y normativas por tantos apuntadas, demandadas, firmadas y rubricadas, o se cumple la ley en todas las empresas, o a fuerza de movilizaciones nosotros taponaremos esa hemorragia".

En el discurso pronunciado en la jornada de clausura del VII Congreso de CCOO, Fidalgo no ocultó las preferecias ideológicas, aunque no partidistas, de la central que dirige, al decir que "nosotros somos el germen y la levadura de la izquierda política, en la que nos seguimos reconociendo, como dijo aquél, a pesar de la izquierda y a pesar de nosotros mismos".

Adelantó que, en el terreno del diálogo social, el sindicato no piensa limitarse a asumir "pasivamente" las reformas, sino que "nosotros las propondremos a los poderes públicos, lejos de cualquier corporativismo miope o conservador".

Sobre las reaciones con UGT, aseguró que "la unidad de los sindicatos es la más clamorosa demanda, y nuestra responsabilidad y experiencia nos empuja en esa dirección".

Fidalgo tuvo palabras de elogio para su antecesor, Antonio Gutiérrez, de quien dijo que "ha actuado con convicción y con coraje, nunca se ha arrugado ante los problemas, porque ha querido cumplir escrupulosamente la responsabilidad que recibió en tres mandatos aquí. Muchas gracias, Antonio".