En declaraciones a Servimedia en el marco de la presentación del informe "30 años de diálogo social", Fidalgo, que dirige el foro Negocia del IE Business School, aseguró ser un "defensor de los acuerdos" y reiteró que "el 'no acuerdo' no beneficia a nadie".

En su opinión, el diálogo social se encuentra en una fase "espesa" por lo que mostró su esperanza en que "se aclare en las próximas semanas".

No obstante, Fidalgo no quiso entrar a valorar las medidas que defienden cada una de las partes, ya que asegura que "la agenda la tienen que marcar los que están jugando la partida".

Para el ex dirigente sindical, es importante que se alcancen acuerdos ya que así "parecen que están mejor hechas", y subrayó que "en España se premia mucho el acuerdo".

Fidalgo añadió que es importante que en "las sociedades abiertas no todo se resuelva en el Boletín Oficial del Estado (BOE)", sino que "muchas cosas parten de la sociedad civil".

En su informe, el predecesor de Ignacio Fernández Toxo al frente del sindicato señala que el Gobierno tiene "dificultades para moverse y ayudar a recomponer el diálogo social".

Estas dificultades se deben a la no asunción de la profundidad y duración de la crisis; a la "limitación real para gestionar un Estado muy poco gobernable", por tener la fiscalidad y las competencias "muy descentralizadas"; y por la crispada relación con otras fuerzas políticas.

En su opinión, las tres patas del diálogo social (Gobierno, patronal y sindicatos), han pasado a estar a la defensiva, lo cual, a pesar de la reconocida gravedad de la situación económica y social, hace difícil el acuerdo.

"Este clima enrarecido de falta de creatividad, recelo y mala relación entre las partes, provoca, como no podría ser de otro modo, un resultado muy por debajo de lo que sería necesario y esperable por la naturaleza de lo negociado", dice Fidalgo.