FIAT ASEGURA QUE LAS EMPRESAS DEL GRUPO EN ESPAÑA NO SE VERAN AFECTADAS POR LA DECLARACIÓN DE CRISIS EN ITALIA
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La declaración de crisis que la dirección de Fiat Auto va a solicitar ante las autoridades económicas de Italia no afectará a los egocios de automoción que la multinacional presidida por Giovanni Agnelli tiene en España, según informaron a Servimedia fuentes de la empresa en nuestro país.
Los mismos portavoces consultados por esta agencia indicaron que las medidas adoptadas en Italia se deben a una legislación que no se corresponde con la de España, ya que allí el tiempo tope para aplicar regulaciones de empleo periódicas es de 52 semanas, transcurridas las cuales es imprescindible solicitar una prórroga bajo la denominación de xpediente de crisis para llevar a cabo medidas laborales extraordinarias.
"Esta es la situación", explicaron, "en la que se encuentra ahora el grupo automovilístico italiano, cuya necesidad no dista mucho de las demás marcas del sector en Europa y consiste en reducir la carga de horas de trabajo para producir menos mientras permanezcan las actuales caídas de ventas en el mercado".
Además, responsables de Fiat indicaron a Servimedia que en el caso de Fiat Auto España no afecta en absoluto, ya que e trata de descargar la presión bajista del mercado de automoción sobre las fábricas, y la marca sólo actúa en la Península como distribuidora de sus vehículos.
Respecto a Iveco-Pegaso, que sí tiene activos productivos en España, los responsables del grupo multinacional consultados indicaron que las medidas laborales de la marca de camiones no tienen porque verse afectadas con las últimas decisiones adoptadas en Milán, ya que la legislación es distinta, y las regulaciones de empleo siguen un curso difrente en cada país.
Iveco-Pegaso, cuyas pérdidas superaron en 1992 los 31.600 millones de pesetas, viene aplicando desde hace más de un año una reestructuración de plantilla mediante prejubilaciones, a las que se han acogido 420 trabajadores, regulación temporal de empleo sobre el 50 por cien de la factoría madrileña.
Estas medidas han provocado el rechazo sindical. En el primer caso, porque las centrales acusan a la dirección de quedarse con 300 millones de pesetas abonados por la Seguridad Socil y que le correspondían a los trabajadores, y en el segundo porque opinan discriminatoria una reducción temporal del 50 por cien de la plantilla frente al 10 por cien aplicado en la factoría alemana de Ulm.
En Italia, los representantes de los trabajadores de Fiat han pedido a las autoridades laborales la prórroga por un año de los expedientes ordinarios aplicados hasta ahora, para evitar nuevas medidas más rígidas.
La matríz italiana de Fiat Auto ha reducido su plantilla en 14.000 puestos de trbajo durante los últimos años y ha dejado de producir 745.000 vehículos desde 1990, como consecuencia de una contínua caída de las ventas en Europa.
(SERVIMEDIA)
26 Mayo 1993
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