En un comunicado difundido por el Consejo de Cámaras, Ferrer Salat señaló que la moneda europea supondrá una mayor transparencia, ya que "será mucho más fácil comparar precios e productos y servicios de los distintos países del área. Esta mayor transparencia se traducirá en una mayor competencia, pero también en la posibilidad de acceder más fácilmente a los mercados".

Asimismo, indicó que las empresas españolas deberán prepararse para trabajar en toda Europa como si fuese su propio mercado interior y, por ello, aprovecharse de las ventajas de que nuestra propia moneda sea de uso habitual en las operaciones comerciales en otras zonas del mundo.

Finalmente, el president del Consejo Superior de Cámaras resaltó que las medidas empresariales requieren ser complementadas con una actuación decidida de las Administraciones Públicas para crear un entorno económico favorable para la asunción de riesgos y la innovación.