En declaraciones a Servimedia, Fernández Díaz reconoció que las negociaciones entre los distintos grupos parlamentarios están estancadas, hasta el punto de que "lo que debería ser una oportunidad para Cataluña se ha convertido en un problema para el tripartito".

"Tanto si hay estatuto como si surge uno que divide a los catalanes, sería un fracaso político y personal para Maragall. Fue su gran apuesta en las últimos comicios y le obligaría a convocar elecciones anticipadas", afirmó.

A su juicio, la gravedad del fracaso de la reforma del estatuto vendría "no tanto por que no haya estatuto sino por el tiempo perdido y la incapacidad de la Generalitat para dar respuesta a los verdaderos problemas de los catalanes".

Fernández Díaz interpretó que la reforma del estatuto supone actualmente un "obstáculo" para el Ejecutivo autonómico de Maragall, ya que podría acabar provocando una crisis en las relaciones entre el Partido Socialista de Cataluña y Esquerra Republicana.

El dirigente popular pidió a Maragall que deje de convertirse en el "caballo de Troya del nacionalismo" ya que, en su opinión, en dos años ha ido "mucho más allá de lo que fue CiU en 25 años" con Jordi Pujol al frente de la Generalitat.

Fernández Díaz resaltó que, si CiU no logró sus pretensiones soberanistas en sus últimos años de mandato, fue porque el Partido Popular "condicionó" el respaldo a Pujol a su respeto al arco constitucional y estatutario.