A su juicio, eliminar la llamada tarifa de último recurso, para pymes y consumidores domésticos, tendría "un coste político cortito" y, sin embargo, daría paso a una situación "más lógica".

Para López Jiménez, la electricidad debería liberalizarse, de modo similar al gas, para que las tarifas "reflejen mejor el precio de las materias primas". De este modo, añadió, "el mercado transmitiría mensajes" de ahorro a los consumidores y se alcanzaría una mayor eficiencia energética.

También apostó por "dejar de subvencionar industrias que tienen poco empleo", como el alumninio.

Por otro lado, López auguró que el precio del petróleo, que ya ha rebasado la frontera de los 100 dólares/barril, "no va a bajar" por el momento.

El encarecimiento del crudo, sumado al previsible aumento del coste de las emisiones de CO2, hace prever, para el grupo gallego, aumentos en el precio de la electricidad.

Por otro lado, respecto a los orígenes gallegos de la compañía, López Jiménez manifestó su deseo "personal" de que los accionistas gallegos del grupo (como Caixa Nova, Caixa Galicia y Banco Pastor) mantengan su participación en Unión Fenosa.