Según la federación, la eliminación de tarifas obligatorias y orientativas supone un riesgo para empresas y clientes, en especial en el caso de los taxis, ya que al suprimir las tarifas interurbanas se obligaría a estos profesionales a negociar con el usuario el precio del servicio cada vez que lo contraten.

Además, Fenadismer considera que la nueva normativa ampararía legalmente el "dumping", porque no asegura que las tasas del transporte tengan que cubrir los costes reales derivados del mismo.

Para la federación, este anteproyecto de ley desprotege al sector y contraviene la directiva europea sobre servicios en el mercado interior, debido a que introduce medidas desreguladoras que afectan a los diferentes subsectores del transporte.