Este es uno de los objetivos del convenio suscrito por el presidente de la FEMP, Pedro Castro, y la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua. Ésta última calificó el acuerdo como necesario porque se mejorará la "capacidad de promover líneas de sensibilidad y de solidaridad activa" con las víctimas del terrorismo.

En aplicación de este convenio, la FEMP pedirá a los ayuntamientos que fomenten la memoria y los homenajes a las víctimas de ETA y que apoyen a sus familias mediante la colocación de placas y esculturas, y las denominaciones otorgadas a plazas y jardines.

Castro explicó que este convenio pretende ser un instrumento de "solidaridad y tolerancia" que sirva también para apoyar al "municipalismo vasco" en un momento en que se están planteando mociones de censura para desalojar a ANV de las alcaldías de algunos ayuntamientos.

Recalcó que la FEMP se pone al servicio "de la libertad" y que dará "apoyo a las personas que están viviendo situaciones difíciles por defender algo tan bonito como es la democracia".

Por su parte, Pagazaurtundua dijo que este convenio significa "levantar el velo de cualquier suspicacia con cosas que nosotros vayamos a hacer, y que vamos a someter al control de la FEMP".

Aseguró que, de esta manera, "vamos a ser más fuertes, y vamos a ayudar a que los terroristas pierdan toda esperanza de poder con nuestra democracia".

La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo insistió en resaltar que hay "cientos de concejales con escolta en el País Vasco y Navarra".

Una situación que pasa desapercibida para el resto de la sociedad, pero que son realidades que hay que dar a conocer, ya que hay "miles de familias viviendo bajo el estrés y amenzadas", y que la presión que tienen algunos concejales de municipios vascos es "extrema".

Pagazaurtundua recalcó que la cuestión psicológica "es mucho más importante de lo que parece" y que, con este convenio, los concejales tendrán más "ánimo".