Pons declaró a Radio Nacional que lamenta que se haya instalado entre los ciudadanos "el sentimiento de que la crispación forma parte de la normalidad política, y que unos u otros tienen que encender la hoguera de la tensión para que esto tenga algún interés".

Pons, que regresa al ejercicio de la abogacía después de haber presidido la Cámara Baja durante diez años, expresó su confianza en que se restaure la srenidad tras las elecciones del próximo 3 de marzo.

En su opinión, el resultado de estos comicios generales se presenta muy abierto, después de unos meses en los que "se tenía la pretensión y la previsión" de que no fuese así. A su juicio, el cambio hacia un gobierno del PP no se producirá "si los electores de izquierda son fieles a su deseo de que gobierne la izquierda".

A modo de balance de su etapa como presidente del Congreso, comentó que los momentos más difíciles que vivió fueron en el inico de la legislatura de 1989, cuando fue asesinado el diputado de Herri Batasuna Josu Muguruza y se anularon las elecciones en varias circunscripciones. "Se creó una situación institucional muy delicada que me preocupó mucho", señaló.

Por el contrario, dijo que el momento más agradable que ha experimentado fue el último pleno que presidió, "en el que sentí el afecto de los diputados".

Sobre la situación interna del PSOE, reiteró su firme convencimiento de que su partido debe seguir apostando por l renovación, porque, según dijo, es un valor "necesario en un partido de izquierdas".