González participó en unas jornadas sobre el futuro de Europa y el diálogo en el Mediterráneo organizadas en Valencia por los jóvenes socialistas del entorno europeo apenas dos días anes de que se celebre en esta misma ciudad una de las cumbres más importantes del semestre de Presidencia española.

Ante un foro de jóvenes entregados a sus explicaciones, el ex presidente recordó que gobernar los países de la UE no es lo mismo que gobernar Europa, y en este momento la Unión carece de un proyecto en política de Defensa capaz de contraponer al de Estados Unidos. Mientras no lo tenga, sentenció, Europa no será una potencia.

La debilidad actual de las ideas y del proyecto europeo, enopinión de González, ha permitido a los países del entorno mediterráneo forjarse una opinión cerrada sobre lo que ocurre en Oriente Próximo y, por ello, los interlocutores acudirán a la Cumbre de Valencia con posiciones cerradas difícilmente influenciables.

Por ello, expresó sus dudas acerca de la mera celebración de la Cumbre, y se mostró convencido de que, si realmente tiene lugar, "no pasará de la foto", porque no hay un proyecto sobre el espacio público común de la Unión Europeo.

González criicó por este mismo motivo la falta de respuesta política de la Unión Europea ante la espiral de violencia suscitada entre israelíes y palestinos. Desde su punto de vista, esa espiral ha llegado a tal punto que las partes serán incapaces de retomar el diálogo si la propuesta no procede de la comunidad internacional.

González criticó duramente la política de Europa en este ámbito y sólo salvó de la quema al representante de Política Exterior de la UE, Javier Solana, del que dijo que es el único "cuyo pefil se ve".

Se mostró además convencido de que ni Israel ni la Autoridad Palestina ganarán esta guerra, porque su origen es la desesperanza de un pueblo y el terror de otro, y esas batallas "no se ganan con tanques", sólo tienen una salida política.

Pero esa política "debe ser política con mayúsculas", debate sobre las cuestiones trascendentales. "El debate político ha desaparecido y ha sido sustituido por un simplismo de pecho de lata que apela a las debilidades y a la justicia infinita", concluó González, para quien el fortalecimiento actual de los discursos ideológicos no es más "que una protección para tapar la desnudez de ideas".