FELIPE GONZALEZ EMPLAZA A LOS TRABAJADORES A SACRIFICAR SALARIOS SI QUIEREN MANTENER EL EMPLEO
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Felipe González aseguró hoy que "estamos en el fondo de la crisis, y creo que estamos a empezando a notar algún síntoma, que el año que viene se verá claramente, de salida. Y además añado: puedo equivocarm, pero creo que no".
En una entrevista a la Cadena Ser, aseguró que es preciso cambiar "la variable de ajuste" de la crisis, de manera que el saneamiento de las empresas no se produzca mediante el recorte de plantillas.
"La variable de ajuste para un empresario podía ser menores salarios, pero no menos empleo. Se puede llegar a un acuerdo para moderar el crecimiento de los salarios", recalcó, para emplazar a continuación a los trabajadores a plantearse la pregunta de si están dispuestos "en momenos de dificultad como éstos a sacrificar parte de la renta salarial para mantener el empleo".
"Yo creo que los empresarios están dispuestos a ello y creo que los sindicatos también están dispuestos a ello, pero es un paso extraordinariamente difícil, yo comprendo la dificultad. Es un cambio de mentalidad extraordinariamente importante", señaló.
Calificó de falso el dilema de "estar a favor de los empresarios o de los sindicatos" porque "yo estoy a favor de que haya empleo, de que haya trabajo y d que haya activividad; por consiguiente, mientras más empresarios haya capaces de generar empleo, mejor le irá a la sociedad".
González dijo que el Gobierno ha adoptado las medidas que están en su mano para reactivar la economía (la rebaja de tipos de interés, la devaluación de la peseta y la reducción de la presión fiscal) y que promoverá avances en la flexibilización del mercado de trabajo.
Admitió que el pacto social que se negocia actualmente es especialmente duro porque el Ejecutivo no está n condiciones de ofrecer contrapartidas y sólo puede ofrecer un reparto equitativo de los sacrificios necesarios.
DEBATE EN EL PSOE
Por otra parte, el presidente del Gobierno afirmó que los desafíos que tiene que debatir el PSOE son la transformación del Estado del Bienestar, la mejora en el funcionamiento de las instituciones, el reto europeo y los problemas más recientes, como el medio ambiente y la inmigración.
Sobre la denuncia del ministro Borrell en el sentido de que hay una "deriva liberl" en el PSOE, dijo que el partido debe mantener "una linea socialdemócrata", pero sin eludir la cuestión de definir el papel del Estado.
A su juicio, "algunos los que quieren es acabar con el Estado, que no esté presente el Estado; normalmente, suelen ser los poderosos (...) porque el Estado, si funciona razonablemente bien, es una garantía para los más débiles".
Se mostró convencido de que "tiene poco sentido el Estado empresario", pero no así su actuación para estimular una educación para todo o para invertir en infraestructuras, mediante un sistema fiscal redistributivo.
Respecto a la polémica entre Borrell y Carlos Solchaga sobre la regulación del urbanismo, señaló que el segundo, pese a que sus palabras hayan sido interpretadas en otro sentido, también "cree que tiene que haber normas urbanísticas",
Adujo que los españoles "hemos pagado carísimo la falta de respeto del urbanismo en toda la costa de nuestro país. Por consiguiente, después de una experiencia como esa, donde la especuación ha levantado bloques impresionantes que han destruido una buena parte de nuestra costa, no tenemos más remedio que estar seriamente por una regulación urbanística que respete, entre otras cosas, las condiciones medioambientales".
González señaló que el "esfuerzo de integración" en el PSOE no puede ser a costa de negar el debate, sino el resultado del mismo. "Yo estoy en contra de quienes piensan que tiene que haber unos que ganen y otros que pierdan", indicó, "pero lo que no quiero es que haya u esfuerzo de integración sobre la base de ocultar o tapar el debate", subrayó.
Como parte de ese debate, animó a los miembros de su partido a no considerar "tabú" ni siquiera la persona del presidente del Gobierno y aseguró que agradece las críticas.
A GUERRA SE LE APRECIA
Al ser preguntado si es partidario de que Alfonso Guerra siga como vicesecretario general del PSOE, contestó: "Yo personalmente, soy partidario de que siga siendo un responsable político del Partido Socialista, en la vicesecrtaría o donde los compañeros decidan que esté, pero en la vicesecretaría podría ser".
Agregó que él no comparte el criterio de quienes propugnan el apartamiento de Guerra y señaló que "eso no es muy general en el partido; en el partido se aprecia, yo creo que de manera muy mayoritaria, el papel de Alfonso Guerra".
En cuanto a sus discrepancias sobre el modelo de partido, indicó que "nunca hemos contrastado que tengamos modelos de partido diferentes, creo que hemos trabajado siempre por un modelo e partido que sea abierto, que sea capaz".
No se pronunció abiertamente sobre si aceptaría la vuelta de ex militantes como Alonso Puerta, Pablo Castellano o Ricardo García Damborenea, pero indicó que él es "bastante flexible" porque cree que el partido debe ser de un "espectro muy amplio".
POR ENCIMA DE LAS PASIONES PERSONALES
En cuanto a las relaciones con los nacionalistas catalanes y vascos, indicó que las negociaciones con ellos van "razonablemente bien" y que tiene la esperanza de consegui un elevado grado de estabilidad política "comprometiendo a nuestros interlocutores con la gobernabilidad de España" y sin ceder en cuestiones relacionadas con los intereses conjuntos del país.
"Lo que me interesa es resolver los problemas del país, no satisfacer ningún tipo de pasión personal, esto ya está absolutamente superado. Entonces, como me interesa resolver los problemas del país (no estoy en la condición que están algunos de aspirantes más o menos perpetuos a llegar a gobernar, pues la verda es que no voy a ceder en nada que considere fundamental", apostilló.
(SERVIMEDIA)
07 Oct 1993
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