González aseguró que nuestra lengua, que se extiende por 22 países, ocupa ya un lugar privilegiado entre aquellas que sirven de soporte para la comunicación internacional.

"La cooperación entre los socios comunitarios impone algunas condiciones, entre las que destaca que debemos huir del mesianismo cultural y linüístico, mientras que los estados deben liberarse de la tentación de utilizar la cultura como mera propaganda exterior", afirmó González.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, anunció que España impulsará en el segundo semestre del próximo años, durante su presidencia comunitaria, un acuerdo que permita lograr un marco de reciprocidad para todos los institutos culturales de la Unión Europea.

"Se trata de que cada estado miembro considere cada uno de los institutos extraneros como si fuera propio, que otorgue las máximas facilidades a su actuación y que la coordinación de los esfuerzos para difundir las lenguas y culturas europeas forme parte también del proceso de integración comunitaria", aseguró Solana.