González aseguró que el Gobierno no "hipotecará" el plan de convergencia "por nada ni por nadie", y recalcó que el Ejecutivo mantendrá la "misma actitud de negociación" al día siguiente de la huelga general, aunque ésta conlleve miles de millones de pérdidas para el país.

El presidente del Gobierno hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa conjunta en el Palacio de La Moncloa con el presidente de Guatemala, Jorge Serrano.

"Siempre qe hay un conflicto se habla de quién quiere negociar o no. No quiero polemizar, porque tengo la impresión de que (los sindicatos) quieren polemizar para calentar el ambiente", afirmó el jefe del Ejecutivo.

González criticó a las centrales sindicales por haber abierto una discusión "que no es buena" sobre los servicios mínimos en el transporte para el día 28. A su juicio, los sindicatos deberían tener el "máximo interés" en que los españoles acudan al trabajo con plena libertad.

Recordó que una reiente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid considera correctos los servicios mínimos decretados durante la huelga del transporte en Madrid el pasado mes de febrero (60 por ciento para las horas punta y 40 por ciento para las horas valle).

RELACIONES AMISTOSAS

El presidente fue preguntado sobre su intervención el pasado domingo en Sevilla, cuando, aludiendo al líder de UGT, Nicolás Redondo, dijo que "hará todo lo que sea" para llevar adelante el plan de convergencia, "incluso enfrentndome con la gente por la que siento cariño y gran respeto desde hace años, si se convierten en un obstáculo".

González aseguró hoy: "Aunque es doloroso, antepondré los intereses políticos de la sociedad a unas relaciones que han sido durante mucho tiempo amistosas y fraternales".

El presidente consideró que las últimas encuestas no llevan a interpretar que la sociedad sea contraria al programa ni que sea mayoritariamente partidaria de la huelga. Dijo que "las medidas que se califican como impopuares, luego son las más populares".

El jefe del Ejecutivo acusó a los sindicatos de no criticar con argumentos el plan de convergencia, sino con "grandes frases que se presentan como titulares".

Felipe González se saltó hoy su negativa habitual a responder a cuestiones de ámbito nacional cuando comparece en rueda de prensa con líderes extranjeros. En esta ocasión, accedió a contestar a casi media docena de preguntas "internas", todas ellas referidas a la huelga del 28-M.

Cuando los periodists plantearon a González las primeras preguntas sobre esa materia, el presidente guatemalteco no pudo evitar comentar en voz alta: "Veo que no sólo a mí me tratan así. Esto me consuela".