En declaraciones a Servimedia, Alcaraz recalcó que Izquierda Unida y el PCE exigen "un relevo, no sólo por la edad", y que los actuales dirigentes pasen "a un segundo plano".

Aclaró que esto no significa "echar a nadie", sino contar con la experiencia y la colaboración de todos, pero desde la segunda fila, dando paso a nuevas personas para encabezar la federación, tras la asamblea de octubre, y el PCE, que celebrará su próximo congreso en un año.

"Vamos en serio", dijo Alcaraz, quien subrayó que la propuesta del ex coordinador general de IU, Julio Anguita, ha sido debatida en el partido "y no crea ningún rechazo; se ha visto con mucho cariño, como algo que nos va a ayudar".

Insistió en que la IX Asamblea de Izquierda Unida no puede suponer un "enroque" del equipo actual de Llamazares ni un simple "cambio de casillas" de las fichas en el tablero, porque esa estrategia "no ha sido de utilidad para IU, sino para Zapatero".

Concluyó que quienes han sido responsables "de la división y el desangramiento de muchas federaciones de IU tienen que dar un paso atrás y, si no, nos enfrentamos a una situación muy seria".