La FELGT considera "un desatino más de la dirección de la Iglesia católica su 'sugerencia' para tratar de implicar a la Corona en el debate político sobre la igualdad legal para gays y lesbianas".

Beatriz Gimeno, presidenta de la FELGT, afirmó que "cuando la Iglesia española considera que el Rey no debe sancionar la ley que permitirá los matrimonios de personas del mismo sexo está politizando la figura de don Juan Carlos I y distorsionando su papel de garante de la democracia en un sistema político de monarquía parlamentaria como es España, tal y como establece la Constitución".

Además, Gimeno le recuerda al secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, que "el Rey es una figura institucional que ha de garantizar los principios constitucionales, y como tal, también representa a gays, lesbianas, transexuales y bisexuales".

"La intención de los obispos de imponer, incluso al Rey, su criterio moral, social y político nos hace retroceder a la edad media, cuando el Papado quiso mantener su prevalencia sobre el poder político de los reyes. La jerarquía católica se ha quedado en las guerras entre güelfos y gibelinos", agregó.