Los presidentes de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y de Andalucía, Juanma Moreno, liderarán a los barones que acudirán a la concentración de este domingo.

Entre ellos, estarán los presidentes de la Comunidad Valenciana, Castilla y León, Región de Murcia y Aragón, Carlos Mazón, Alfonso Fernández Mañueco, Fernando López Miras y Jorge Azcón; así como las presidentas de Baleares y Extremadura, Marga Prohens y María Guardiola, y el jefe del Ejecutivo de La Rioja, Gonzalo Capellán.

Feijóo, sin embargo, lamentará la ausencia del presidente en funciones de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda. El pontevedrés está centrado en las elecciones gallegas del próximo 18 de febrero y prepara los últimos flecos antes de dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral el próximo viernes. Tampoco podrá acudir la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga.

Además de los presidentes autonómicos con responsabilidad de gobierno, está confirmada la asistencia del líder del PP vasco y candidato a las futuras elecciones autonómicas, Javier de Andrés, así como de los presidentes del PP en Cataluña, Alejandro Fernández; Castilla-La Mancha, Paco Núñez; Navarra, Javier García; y Asturias, Álvaro Queipo.

Por su parte, el vicepresidente de Canarias, Manuel Domínguez, y los presidentes de Ceuta y Melilla, Juan Jesús Vivas y Juan José Imbroda, respectivamente, se perderán la cita. Y, a diferencia de la última movilización, Vox no participará.

RESPALDO DE LOS ALCALDES

Esta movilización se produce un día después de que los 3.361 regidores y 23.421 concejales del PP firmen un manifiesto contra la ley de amnistía y los acuerdos que Sánchez ha alcanzado con los partidos independentistas en las últimas semanas para garantizar la viabilidad de la legislatura. Feijóo implica así a su poder autonómico y municipal –que creció con fuerza en las elecciones del pasado 28 de mayo– y trata de exhibir músculo ante un Sánchez al que ven “agotado” y “sometido” a las exigencias de Junts y ERC.

El principal partido de la oposición no tiene ninguna intención de rebajar el tono duro contra la amnistía durante el ciclo electoral que afronta España, más después de que PSOE, Junts y ERC acordasen introducir en la amnistía los delitos de terrorismo que “no hayan causado violaciones graves de derechos humanos”. Pero sí quiere empezar a hacer pedagogía con el impacto que los pactos de Sánchez –en su totalidad– tienen sobre el día a día de los españoles. Y los barones y alcaldes son vitales en esta tarea.

Desde el PP han repetido hasta la saciedad que el Gobierno “quiebra” la igualdad entre españoles con la ley de amnistía, puesto que exime de responsabilidades penales a los líderes del ‘procés’, que incurrieron en delitos de sedición y malversación de fondos públicos. Pero quiere abrir otra vía simultánea y poner el foco en cómo los pactos de Sánchez deterioran la calidad de vida de los ciudadanos de fuera de Cataluña.

Por ejemplo, si Sánchez pacta una reforma del sistema de financiación autonómico favorable para Cataluña, los ciudadanos de Murcia o Valencia se verán afectados negativamente con una peor prestación de sus servicios públicos. Y si la condonación de deuda es más beneficiosa para Cataluña que para el resto de las comunidades, los madrileños y los gallegos recibirán un trato desfavorable del Estado con respecto a los catalanes.

Además, si la ley de amnistía implica también la devolución de las multas que los condenados e investigados pagaron en su debido momento, el Estado pagará con los recursos de todos. Feijóo quiere que sus barones y alcaldes se impliquen en la protesta contra la política de Sánchez y denuncien estas realidades ante sus ciudadanos.