El jefe de la oposición comenzó su intervención tras la comparecencia de Sánchez sobre la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea retomando el debate parlamentario sobre la amnistía de la semana pasada y afeando su ausencia del mismo.

Advirtió entonces de que se está “viviendo en España un tiempo de vergüenza nacional y un bochorno internacional” porque la “amnistía es el primer pago a la investidura comprada”, aludiendo a los pactos con las formaciones independentistas que garantizaron el apoyo a Sánchez.

Feijóo reconoció con sorna que la ausencia la semana pasada de Sánchez en el debate de la amnistía le impidió “ver hasta donde podía llegar”, pero que, “apenas un día después, se entregó la Alcaldía de Pamplona a Bildu”. Todo ello, prosiguió supone en su conjunto “una vergüenza nacional, un bochorno internacional y una indecencia moral”.

“BRILLANTE AGENTE DE DESCRÉDITO”

Posteriormente, Feijóo hizo un repaso de lo que ha sido la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, y afirmó que España “preocupa” hoy en Bruselas por “sus pactos, sus decisiones y su poca fiabilidad en política nacional e internacional”.

Tildó entonces a Sánchez de “brillante agente de descrédito” de España y le advirtió de que nadie de su Gobierno “puede darle una lección a nadie de nada” y menos a “líderes internacionales con una trayectoria más respetable” que la suya. Recordó de este modo la comparecencia de Sánchez en el Parlamento Europeo de la semana pasada, donde el presidente del Gobierno protagonizó un fuerte choque dialéctico con el líder del PP europeo, Manfred Weber.

En ella, Sánchez trazó un paralelismo entre España y Alemania y preguntó a Weber, en referencia a los pactos de PP y Vox, si su “plan” para su país sería “poner calles con el nombre de los líderes del Tercer Reich”. Ahora, una semana después, Feijóo hizo el mismo ejercicio con la proposición de ley de Sumar para despenalizar los delitos de enaltecimiento al terrorismo y le pidió a Sánchez imaginar “qué pasaría si el Gobierno de Alemania se planteara despenalizar el enaltecimiento al nazismo”.

Feijóo recriminó también cómo se ha consumado su Gobierno y dijo que “ningún” Ejecutivo europeo “integra a la izquierda populista dentro del mismo”, tiene “como socios preferentes” a aquellos que quieren “mutilar” su país”, ha amnistiado delitos de corrupción y sedición “a cambio de su investidura”, ni ha cerrado su investidura “a kilómetros de su país” y con un mediador. “¿Y usted se permite dar lecciones a un político alemán con una mentira?”, preguntó a Sánchez.

Así, insistió que en el Gobierno nació de “un acto de corrupción política” y es “humillado mes a mes en Suiza”, y mostró su temor por el contenido desconocido de lo que ha calificado como “pacto encapuchado” con EH Bildu, puesto que “si se atrevieron a presumir de su pacto vergonzante” con los partidos independentistas, “miedo da pensar que habrán acordado con Bildu”.

REUNIÓN CON SÁNCHEZ

Por último, sobre su reunión con Sánchez, Feijóo recogió el guante al presidente del Gobierno. “Me ha dicho usted que nos reunimos cómo quiera, dónde quiera y cuándo quiera. Muy bien. ¿Cómo quiera? Sin mediador. ¿Dónde quiera? En Ginebra no, en el Congreso de los Diputados. ¿Cúando? El próximo viernes. ¿Y cómo? Sin soberbia, sin imposiciones y con un orden del día oficial”, respondió.

En este sentido, Feijóo reconoció que “una de las obligaciones” que tiene como jefe de la oposición es acudir a las llamadas del presidente del Gobierno, pero le advirtió de que no le consentirá que, “mientras se humilla usted ante sus socios con todo lo que le pidan, siga humillado al primer partido de la oposición”.

Por último, lamentó lo “extremadamente difícil” que es hablar con Sánchez, a quien acusó de no respetar al adversario político, intentar “engañar a todo el mundo” y ser “implacable” con los defensores del Estado de Derecho y “sumiso” con quienes quieren debilitarlo.