Desde Zaragoza, en el acto de presentación de los candidatos regionales del PP a las elecciones autonómicas y municipales de mayo, Feijóo defendió que el suyo es "el partido constitucionalista que le queda a España". Por ello, a todos aquellos que respaldaron al PSOE y siguen "queriendo la Constitución" directamente les pidió que voten al PP.

"No solo estamos a la espera de la merecida derrota del partido de Sánchez", avisó Feijóo a los suyos, llamándoles a ofrecer un proyecto que "abra un nuevo momento político" para recuperar "el respeto entre los ciudadanos, el respeto de las instituciones, el respeto por la ley y el cumplimiento de la Constitución".

Feijóo explicitó que su manual de estilo pasa por "poner cordura donde gobierna la insensatez, poner mayoría donde gobierna la minoría, poner palabra donde gobierna el engaño, poner respeto donde gobierna el insulto y poner PP donde gobierna Sánchez". "Dejaré de ser candidato muy pronto para convertirme en el presidente del Gobierno de los españoles", vaticinó.

El líder de la oposición se afanó a la hora de trasladar que en el PP están "preparados". "La alternativa que defiendo no es darle a España más de lo mismo pero desde otro lado, no", sentenció tras haber escuchado toda la mañana las intervenciones de sus candidatos autonómicos.

Arengó a los líderes del PP que se examinan el 28 de mayo recurriendo a su propia hemeroteca: "Cualquiera de los que os presentáis tenéis mejores encuestas de las que yo tenía en el año 2009". "Podéis conseguir todo lo que os propongáis si trabajáis de la mañana a la noche con la única determinación de ganar, porque aquí se viene a ganar, no a empatar", subrayó.

BLOQUE DE PARTIDOS

Feijóo hizo hincapié en que no quiere "liderar ningún bloque de partidos", sino que persigue gobernar para la inmensa mayoría de la sociedad. "Salimos a ganar, no salimos a especular con el resultado", recalcó, dejando claro que aspira "a gobernar desde la mayoría, no a ser minorías influyentes ni dejarnos someter a las minorías".

Precisamente, contrapuso su modelo al de la "coalición de intereses minoritarios" que preside Sánchez y donde "una minoría de fuerzas políticas" es la que "dispone, impone y decide". "Se ha abandonado lo fundamental del derecho y es que nunca jamás se legisla para personas concretas", deploró a continuación.

"Es verdad que el Gobierno de Sánchez está intervenido por Podemos, Bildu y ERC", remarcó Feijóo, comprometiéndose a corregir "los despropósitos " del jefe del Ejecutivo si llega al poder. "En la primera votación de las próximas Cortes Generales en la siguiente legislatura volveremos a imponer la pena a los violadores y a los corruptos que utilizan el dinero de los ciudadanos para fines ilícitos", garantizó.

En este punto, avisó de que "cuando un Gobierno está más preocupado por alentar disputas que por solucionar problemas es que está agotado". Se quejó así de cómo se ha "señalado" a todo aquel contrario a los "intereses" de Sánchez y como ejemplo de ello puso la "nueva frontera" que ha cruzado al decir que "todos los que no están a favor de sus decisiones de ultraderecha".

"Esto es verdaderamente sorprendente", reseñó Feijóo. "Si todos los que no apoyan sus decisiones de ultraderecha, Sánchez tiene varios ministros de ultraderecha, tiene muchísimas personas en su partido de ultraderecha y el Sánchez de 2019 sería un ultraderechista extremo a los ojos del Sánchez de 2022", analizó.

De tal forma, puso el foco en todos aquellos votantes socialistas que "hoy tienen su confianza quebrada" ante un presidente del Gobierno que "no es de fiar". "La buena política se basa en los valores y no se improvisa", defendió, a la vez que resaltó que la gestión es un elemento central de la actividad política.

Ahondó en que "cada euro de dinero público debe tener máximo respeto en su gestión", por lo que tachó de "inconcebible" que se relativice el uso del dinero público. En este sentido, apuntó que le duele especialmente que el Gobierno "haya estado semanas intentando convencernos de que hay una malversación buena y otra mala".

"Minimizar la relevancia de la corrupción es una manera de corromper las instituciones", aseveró el presidente del PP, criticando de esta manera el "desgaste de la credibilidad institucional" con el que puede ser "posible sacar buenos resultados electorales durante algún tiempo", pero de lo que "no sacará nada positivo el país".