En una rueda de prensa en Berlín, tras reunirse con Friedrich Merz, presidente de la CDU, Alberto Núñez Feijóo sostuvo que le había trasladado a su colega alemán “la grave crisis” que atraviesa el Gobierno de España, “la permanente debilidad” del Ejecutivo de Pedro Sánchez y “la permanente inestabilidad” de sus socios parlamentarios.

Feijóo también destacó “los ataques contra el Poder Judicial y los medios de comunicación que estamos observando en España desde hace ya algunos meses”, algo que, en su opinión, “va en aumento” a medida “que más se está destapando la corrupción”.

El líder de la oposición advirtió de “la inédita imputación del fiscal general del Estado, que está siendo protegido directamente por el presidente del Gobierno y por el ministro de Justicia y por el Gobierno en pleno”.

Sobre García Ortiz aseguró que “ha decidido atrincherarse mientras está siendo investigado por el Tribunal Supremo”, y añadió que “ha decidido negar la realidad y atacar y amenazar a la oposición”, amén de “no aceptar el dictamen del Consejo Fiscal que ha alzado la voz pidiendo mayoritariamente su dimisión”, apostilló.

LA AGENDA DEL GOBIERNO

“Es evidente que España tiene muchas amenazas, pero en mi opinión la amenaza que más le preocupa al Gobierno es la corrupción que le acecha”, enfatizó. Para Feijóo, “el principal proyecto que tiene el Gobierno es su propia supervivencia” y lamentó que “la agenda que más preocupa al Gobierno es su agenda judicial”.

Asimismo, consideró que esa amenaza al Ejecutivo por casos judiciales “no ha hecho más que empezar y por lo tanto el presidente del Gobierno está en un punto de no retorno”. “Hay dos tipos de corrupción, las de las comisiones ilegales y las de la instrumentalización de las instituciones. Pedro Sánchez criticaba las dos en el año 2017, ahora usa las dos de forma simultánea”, recalcó.

A juicio del líder del PP “estamos ante una situación inédita en la política española”, ya que “nunca un primer ministro ha tenido a su mujer en un juzgado, ni ha tenido su hermano en otro juzgado, ni ha tenido a su ‘número dos’ pendiente de un suplicatorio ante el Tribunal Supremo”. Finalmente, esgrimió que nunca un presidente español “ha tenido a personas con las que ha tenido contacto en prisión, ni ha tenido el fiscal general del Estado imputado”.