Sin embargo, la ocupación cayó en las grandes ciudades y en el interior de la península,con medias que no superan el 40 por ciento y que en algunos casos supusieron reducciones de más de 20 puntos.

Aumentó el número de clientes extranjeros, debido a la devaluación de la peseta, pero sobre todo el de los nacionales, "que este año han preferido realizar sus vacaciones en el territorio nacional antes que en el extranjero".

Según la Federación Española de Hoteles, la estancia media en los hoteles disminuyó. Galicia mejoró en relación a años anteriores, gracias al Año Xacobeo, pero ello o se ha traducido en un incremento significativo de la afluencia a los hoteles, como consecuencia de la utilización de alojamientos alternativos por parte de los peregrinos.

La patronal hotelera destaca también "la notable recesión de los hoteles de alta categoría (5 y 4 estrellas) en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla, que, pese a las ofertas, no han podido alcanzar unos índices de ocupación mínimamente rentables".