Según trasladó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos se situaron en 6.659,3 millones, con un aumento del 8,1% respecto al ejercicio 2020, debido a la positiva evolución que registró gran parte de las actividades de negocio, especialmente, el área de medio ambiente, que aumentó un 12,4%.

Por áreas de negocio, medio ambiente fue la que más peso tuvo sobre los ingresos, al registrar 3.244,9 millones (+12,4%); construcción ingresó 1.659,6 millones, con un aumento del 3%; el área de agua facturó 1.169,5 millones, con un descenso del 1,6%; cemento elevó sus ingresos un 13,4%, hasta los 433,8 millones; el área de inmobiliaria anotó 147,9 millones frente a los 34,8 millones de 2020 y la parte de servicios corporativos registró un descenso del 93,2%, hasta los 3,6 millones.

Por áreas geográficas, España aportó el 59,2% de los ingresos, Reino Unido contribuyó con el 12,8%, el resto de Europa y otros países supuso el 12,3%, Latinoamérica y Estados Unidos supusieron el 5,6%, Chequia aportó el 5,2% y Oriente Medio y África el 4,9%. España elevó sus ingresos un 7,4%, pero fue Latinoamérica y Estados Unidos la región que registró el mayor ascenso (+43,8%).

FCC mejoró el resultado bruto de explotación (Ebitda) un 7,6%, hasta alcanzar los 1.126,6 millones de euros en 2021. Este comportamiento se explica por el crecimiento de los márgenes operativos en la mayoría de las áreas de negocio, principalmente en construcción, y por la entrada en consolidación global, en el área de inmobiliaria, de Realia y Jezzine desde el 1 de noviembre de 2021. En sentido contrario afectó significativamente las ventas de CO2 realizadas en cemento en 2020 y la venta de Cedinsa. Ajustado por los factores no operativos, el Ebitda habría registrado un crecimiento de un 17,9% en 2021.

A cierre del año, las áreas de servicios medioambientales y gestión del ciclo integral del agua suponen un 74% del Ebitda de FCC, mientras que el 26% restante proviene de las actividades vinculadas a la construcción y gestión de infraestructuras, a la producción de materiales asociados y al negocio inmobiliario.

En cuanto a la cartera de negocio, la cifra alcanzó a cierre del pasado año los 30.196,9 millones de euros, con un incremento de un 2,7% respecto el saldo de cierre del 2020. Destaca en este apartado la contribución del área de medio ambiente, con un incremento del 17%.

La deuda financiera neta a 31 de diciembre pasado alcanzó los 3.225,7 millones, lo que representa un aumento de 427,9 millones respecto a 2020, como consecuencia de la consolidación global de la deuda de Realia y Jezzine en el área inmobiliaria con un importe añadido de 889,7 millones al cierre del ejercicio.