La operación permite a los principales accionistas de la compañía elevar su participación sin desembolsar capital propio, ya que la sociedad ofrecerá hasta un máximo de 400,35 millones de euros con recursos propios para comprar un total de 32 millones de acciones. La adquisición de títulos se ha aprobado con un 6,42% de los votos en contra, un número precisamente cercano al 7% del capital social que aspira a amortizar la constructora.

Durante el transcurso de la junta, dos accionistas minoritarios criticaron la operación que, según su opinión, “excluye” a los inversores de menor relevancia y les “obliga” a vender ante el riesgo de que sea el paso previo a una opa de exclusión, algo que negó FCC. Ha sido el vicesecretario del consejo de administración, Felipe B. García Pérez, el encargado de responder a las críticas, pese a la presencia en la junta del consejero delegado, Pablo Colio, y la presidenta del consejo administración, Esther Alcocer Koplowitz.

“Esta OPA no pretende obligar a ningún accionista a que se vaya. Todo lo contrario, todos tienen la libertad de quedarse. Ni es el preámbulo o la antesala de una OPA de exclusión”, indicó, añadiendo que “no hay ningún plan de exclusión de la compañía del mercado”.

Uno de los accionistas criticó que no existe “motivo aparente” para realizar la operación salvo dar “mayor valor a los accionistas que queden, los grandes tenedores”. Con la operación, el principal accionista de la compañía, el empresario mexicano Carlos Slim, elevará su 70% actual de participación, mientras que la vicepresidenta del consejo, Esther Koplowitz Romero, también incrementará su 4,59% de capital social.

García Pérez justificó la operación señalando que, en el último lustro, pese a las operaciones corporativas realizadas por la FCC, la valoración de la acción estaba “en un bucle”, algo que llevó a reflexionar al consejo de administración y a llegar al convencimiento de que esta OPA sobre acciones propias podía ser una “buena herramienta”.

“No es una acción en contra de sus accionistas y de sus accionistas minoritarios, sino todo lo contrario, se plantea como una ventana de oportunidad para esos pequeños accionistas que pudieran tener la inquietud de vender sus acciones de la compañía y no veían que el mercado pudiera estar reflejando ese valor”, explicó.

De hecho, otra de las críticas de los accionistas fue el precio de 12,5 euros al que ha decidido ofrecer la compra FCC de una acción. Según uno de los accionistas, este valor está por debajo del “precio objetivo” y se ha justificado en base a una petición de FCC a CaixaBank.

El vicesecretario del consejo de administración se defendió de las críticas señalando que es “muy difícil” estimar el valor real de una compañía y subrayando que el precio ofrecido supone una prima del 38% sobre la cotización media de los últimos seis meses. García Pérez aseveró que se trata de un precio “razonable, equilibrado y equitativo” respecto a los de propia sociedad y los accionistas, tanto los que decidan vender como los que no.

“El precio se ha fijado teniendo en cuenta la finalidad de la oferta, que es dar una ventana de liquidez en positivo a los minoritarios, así como la situación de la tesorería, el resto de parámetros financieros y no financieros y la cotización media de los últimos seis meses”, explicó, añadiendo que FCC se apoyó en un informe de CaixaBank, una entidad “independiente”.

Uno de los accionistas reclamó sustituir la operación de adquisición de acciones propias por el reparto de un dividendo extraordinario del 50% del beneficio obtenido por la venta del 24,99% de la filial de medio ambiente al fondo de pensiones de Canadá CPP Investment por 965 millones de euros, una cantidad que hubiera sido cercana al máximo de 400 millones de euros que la sociedad va a destinar en la auto-OPA.

En cuanto a las quejas por la reducción del capital flotante, el vicesecretario del consejo señaló que éste se sitúa en un 23% y reconoció que “una de las inquietudes” tras la operación es que haya “liquidez suficiente” para que la acción “continúe cotizando y formando el precio de una manera acorde con el valor de la compañía”. Informó que han tenido contactos con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que, llegado el caso, se tomarán “medidas oportunas” para dotar de liquidez al mercado con herramientas como los contratos de liquidez.

Además de la operación para adquirir acciones propias, los inversores aprobaron con un 99,99% de votos a favor la amortización de 854.234 acciones propias en autocartera, de un euro de valor nominal cada una de ellas. Estas son las acciones propias con las que contaba la compañía a 27 de junio de 2023, antes del anuncio de la convocatoria de junta extraordinaria.