"La idea es tomar el rábano por las hojas, porque se dijo que no era constitucional el prohibir que determinado días se pudieran dar huelgas", explicó el responsable de Trabajo catalán en declaraciones a Onda Cero.

Según Farreres, "la prohibición como concepto no lo es desde el punto de vista legal, sino como autorregulación, es decir, que los sindicatos responsablemente se autoimponen que no convocarán unas huelgas en determinados momentos que causan perjuicios insuperables a los ciudadanos". Agregó que en algunas huelgas al ciudadano incluso se le toma como rehén.

A su juicio, la solución al problema desi lo que prevalece en estos conflictos es el derecho constitucional a la huelga o los derechos de los ciudadanos pasa por "conciliar derechos".

Explicó que su propuesta parte de lo que hay en otros países, donde mediante una autorregulación, no por imposición legal, se solventa este problema intentando encontrar un equilibrio basado en el raciocinio y el sentido común.