Según informaron ambas organizaciones, estos centros se distribuyen entre algunas de las poblaciones más afectadas por la grave crisis alimentaria que padece el país y que ha incrementado la incidencia de enfermedades infecciosas, como neumonías o diarreas.

Desde las ONG que trabajan en la zona se teme además que en las próximas semanas, con el fin de la actual estación de lluvias, la malaria cause estragos, sobre todo entre los menores de 5 años y las mujeres embarazadas.

Para tratar de paliar esta situación, las organizaciones han preparado este envío que consta principalmente de medicamentos contra la malaria, antibióticos, vitaminas, antianémicos y analgésicos, que beneficiarán a más de 70.000 personas durante los próximos cuatro meses.

Este envío de medicamentos se suma a la distribución de leche en polvo, azúcar, cacahuete y mijo financiada por el Fondo de Ayuda Humanitaria y Emergencias de Farmamundi en la región nigeriana de Maradi, con el fin de paliar la grave crisis alimentaria causada por la reciente plaga de langosta y una sequía persistente.

El proyecto nutricional, realizado a través de los Misioneros Redentoristas de Maradi, apoya a seis grupos de mujeres en distintos poblados para mejorar la nutrición de cerca de 1.500 niños de la zona. La ONU estima que hay más de 800.000 niños que padecen desnutrición en Níger y el Sahel.

La República de Níger, con cerca de 12 millones de habitantes, tiene en la actualidad un elevado índice de mortalidad infantil (125,7 por 1.000) y una esperanza de vida de tan sólo 46,2 años. Además, más de un 60% de la población vive por debajo del nivel de absoluta pobreza.

La situación de las mujeres y de los niños está caracterizada por una alta tasa de fecundidad en las mujeres, una amplia brecha entre hombres y mujeres en términos de salud, educación y alfabetización (un 74,2% en hombres y un 90,3% en mujeres). La deuda externa de este país asciende a cerca de 1.797 millones de dólares.