Así se puso de manifiesto durante un diálogo organizado en Servimedia con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España sobre los medicamentos accesibles, que también abordó la estrategia social de la organización colegial farmacéutica, ahondó en la situación de los medicamentos huérfanos en España y en la apuesta por la accesibilidad de la entidad.

El encuentro contó con la participación del director de Accesibilidad Universal e Innovación de Fundación ONCE, Jesús Hernández; el director de Servicios Farmacéuticos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, Antonio Blanes; el presidente de la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder), Juan Carrión, y con un representante de la Comisión de Personas con Discapacidad Mayores de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), Álvaro García Bilbao.

Carrión señaló que “en esta situación de pandemia la farmacia ha jugado un papel importantísimo” y destacó como clave el papel del farmacéutico “como perfil profesional cercano, accesible y dispuesto siempre a colaborar y a atender con calidad al paciente”.

“Creo que ha sido clave en un proceso muy difícil que ha situado al colectivo al que represento en una situación de vulnerabilidad, tanto por la propia enfermedad como por la incertidumbre y desconocimiento de esta situación que todos estábamos viviendo”, subrayó el presidente de Feder.

En la misma línea se manifestó Álvaro García Bilbao, de la PMP, quien señaló que “el farmacéutico es el segundo médico de familia, la persona que tiene más relación con el paciente”. Por ello, afirmó que “es la persona que cuando tienes problemas, cuando no consigues una cita en el centro de salud o hay unas demoras grandes, vas y le pides consejo”, y destacó el nexo que representa entre el paciente, que tiene un problema, y el farmacéutico, que tiene la solución, para lo que utiliza “el medicamento como puente”.

Por su parte, Jesús Hernández definió como útil la labor de “asesor y prescriptor, no solo de dispensador”, que ejerce el farmacéutico para toda la población, y puso el acento en la importancia que ésta adquiere en el caso de las personas mayores o con discapacidad.

“Esa labor cercana, próxima, donde el paciente o usuario se acerca a charlar con el farmacéutico que le pueda ayudar y asesorar en diferentes elementos, productos de apoyo; fomentar esa relación usuario, paciente, persona con discapacidad, con el farmacéutico, puede ser de gran ayuda”, valoró.

ESPAÑA VACIADA

En la misma línea se manifestó Antonio Blanes, quien, en representación de los farmacéuticos, aseguró que “el 99% de españoles tiene farmacias allí donde reside”. Destacó el asesoramiento personalizado que ejercen los profesionales del ramo desde las 22.137 farmacias que existen en España y puso en valor el arraigo territorial que su presencia supone, al haber 2.000 farmacias en pueblos de menos de 20.000 habitantes y más de 1.000 en pueblos de menos de 500.

“La tradición de la farmacia siempre ha sido la atención al paciente en esas ubicaciones de lo que ahora es la ‘España vaciada’ porque la farmacia no deja de ser ese factor de arraigo en esa España rural muchas veces para los pacientes mayores”, afirmó.

No obstante, para seguir mejorando el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España ha propuesto a las autoridades sanitarias que los farmacéuticos puedan ofrecer más servicios de cara a que el paciente encuentre “una atención integral” en su farmacia de referencia para lograr, en palabras de Antonio Blanes, “que el farmacéutico aumente todavía más la potencia que tiene en la asistencia al paciente, especialmente en la España rural”.

En este sentido, y con el objetivo de aumentar sus funciones, durante la pandemia la farmacia ejerció una “dispensación colaborativa”. Así, además de dispensar medicamentos de lo que se conoce como “farmacia comunitaria”, en ella se pudieron adquirir también medicamentos de la conocida como “farmacia hospitalaria”, como los medicamentos huérfanos que permiten tratar las enfermedades raras.

“En esta pandemia ha sido un ejemplo de que los pacientes que reciben medicamentos de dispensación hospitalaria como puede ser un ‘huérfano’ tengan esa capacidad y accesibilidad a través de la farmacia comunitaria”, afirmó.

Hernández, por su parte, también valoró positivamente este papel como elemento de arraigo territorial para “esas personas que viven con cierta desconexión en el mundo rural”, toda vez que señaló la importancia que adquiere la presencia y asesoramiento del farmacéutico en entornos en los que, por ejemplo, se han eliminado cajeros automáticos, dificultando con ello el acceso al dinero en efectivo.

García Bilbao, por su parte, ahondó en como podría evolucionar la relación entre los pacientes y las farmacias. En este sentido, recordó que las personas mayores, en ocasiones, requieren explicaciones más prolijas, profundas y detalladas, e insistió en la importancia de hacerlo, aunque haya mucha más gente que atender. “La persona mayor es esa a la que si se le explica algo igual hay que darle mayor amplitud o un poco más de profundidad en ese aspecto”, añadió.