La FAO pide destinar los gastos defensivos a combatir el hambre ---------------------------------------------------------------

BARCELONA
SERVIMEDIA

La necesidad de un mejor aprovechamiento de los recursos del planeta, aplicando las modernas tecnologías a la agricultura y la ganadería, y una distribución más equitativa de los mismos es una de las conclusiones a las que llegaron los expertos que hoy presentaron en Barcelona la Declaración sobre los Derechos Alimentarios del Hombre.

El documento, cuya presentación fue presidid por la reina Sofía, incluye 14 principios y comenzó a ser debatido hace un año entre 42 organizaciones internacionales.

Entre otros principios, la Declaración de Barcelona proclama el derecho de todas las personas a una alimentación suficiente, saludable y conforme a sus costumbres y hábitos, el uso adecuado de los recursos naturales y su preservación para las próximas generaciones.

El contenido programático del documento servirá de base para la redacción definitiva de la Declaración de los Derehos Alimentarios del Hombre. El acto de hoy se enmarcó dentro de la celebración de la novena edición del Salón Internacional de la Alimentación, Alimentaria 92, inaugurada este mediodía.

Además de la Reina, el acto también contó con la presencia del director general de la FAO, Edouard Saouma; el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el ministro de Agricultura, Pedro Solbes.

Saouma pidió en su discurso que las potencias "asignen al ingente combate ontra la pobreza y en favor del desarrollo los enormes recursos que consumían los presupuestos de defensa, ahora que la amenaza de guerra entre el Este y el Oeste parece conjurada".

Para el máximo responsable de la FAO, "a menos que el hombre lleve a cabo lo antes posible una revisión de sus prioridades, a menos que asistamos a una inversión de las tendencias destructoras que durante demasiado tiempo han mostrado nuestras sociedades, la erradicación del hambre en el mundo seguirá siendo una utopía". Edouard Saouma expresó asimismo que la Declaración de Barcelona se dirige "tanto a las organizaciones internacionales como a los poderes públicos, a las organizaciones no gubernamentales y a todas las personas individualmente".

Jordi Pujol se refirió, en su intervención, a la necesidad de "mucho espíritu de consecuencia y mucha exigencia ética colectiva" para que la declaración pueda influir en la práctica, mientras que Pedro Solbes hizo una oferta de colaboración entre el sector privado y la Adminstración para conseguir que se cumpla el documento. El ministro hizo hincapié en el punto del programa en el que se especifica que "los alimentos no deben servir en ningún caso como arma política".

Según los informes presentados hoy por los cien expertos que elaboraron la Declaración de Barcelona, con el adecuado reparto de los recursos alimentarios "se pondría fin a la situación de hambre crónica que sufre el 10 por ciento de la población mundial y a los problemas de malnutrición de una cuarta parte e la humanidad".

(SERVIMEDIA)
07 Mar 1992
C