Fay Rubio aseguró que para hacer frente a esa demanda, los editores han favorecido la publicación de novelas escritas por mujeres ya que, según los datos del mercado editorial, las lectoras prefieren autoras a autores al identificarse mejor con ellas.

También afirmó que podría hablarse de "literatura con sexo", es decir, publicaciones escritas por mujeres en las que la descripción de la realidad es desde la problemática femenina.

Esta "literatura con sexo", que viene dándose desde hace unas décadas ha sido muy útil para que la mujer "se desahogara del silencio anterior", pues durante mucho siglos de la historia de la literatura, "el mundo femenino ha sido tratado desde la ausencia de la mujer".

Los autores que han hecho un brillante retrato psicológico de la mujer como serían el de 'Emma Bobary', de Flaubert, o el de 'Ana Ozores', de Clarín, "siempre han sido hombres", declaró.

No obstante, matizó que no se puede encasillar a las mujeres como hacedoras exclusivamente de un tipo de literatua que sólo se centre en su realidad.

Según Fany Rubio, hay que huir del binomio literatura masculina-femenina, porque lo que importa realmente es el sexo de los personajes, que no tienen por qué coincidir con la biografía del autor.

La escritora afirmó que existe un "interés morboso" por las biografías de los autores, que en su opinión, no son necesarias para comprender un texto.

Lo que importa de un escritor es cómo padece el mundo, cúal es el tema que le obsesiona y cómo lo traslada a la lteratura, concluyó la escritora.