Famma sostiene que "hay multitud de personas en nuestra sociedad, que sufren una discapacidad que muchos no ven, pero que ellos sí sienten y padecen, tanto social como personalmente. Son, aquellas personas que tienen alguno de sus órganos internos dañados", pero su patología está fuera de la baremación que las determina como una discapacidad.

Esta exclusión, según Javier Font, presidente de Famma, "supone un grave perjuicio económico y social para la persona afectada".

Según Famma, al no ser tan visibles las discapacidades orgánicas como las físicas, la sociedad no está del todo concienciada y desconocen también el coste físico de convivir con tratamientos tan intensos y agresivos, a los que tienen que someterse estas personas.

Por todo esto, desde Famma se pide a la Administración que "se decida de una vez por todas a incluir a las discapacidades orgánicas dentro del baremo de discapacidades".